Una infección por Covid-19 se puede detectar mediante tres tipos de pruebas de diagnóstico: PCR, prueba serológica para detectar anticuerpos o pruebas rápidas. Te explicamos las diferencias entre las tres pruebas y qué significan los resultados para saber si estás infectado o no.
La presencia de síntomas compatibles con Covid-19 nos permite tener índices de presencia del virus en nuestro organismo.
Sin embargo, existen diferentes tipos de pruebas que podemos utilizar para confirmar el diagnóstico, cada una con diferente especificidad y sensibilidad:
- La especificidad es la capacidad de la prueba para confirmar que un sujeto sano tiene un resultado negativo;
- La sensibilidad es la capacidad de la prueba para comprobar si un sujeto enfermo obtiene un resultado positivo;
- La prueba más completa es la que tiene una especificidad del 100% y una sensibilidad del 100% para identificar lo realmente sano y lo realmente enfermo.
Por otro lado, se pueden analizar dos marcadores diferentes:
- Marcadores que reconocen la presencia actual del virus en el organismo, es decir, sugieren que hay una infección activa;
- Marcadores que detectan la presencia de anticuerpos tras la exposición al virus.
PCR
Es el método más sensible y específico que detecta el ARN del virus, es decir, cuando hay una infección o el virus está presente. Esto se hace usando un hisopo nasofaríngeo, donde se realizan hisopados rápidos en el puente de la nariz para obtener las muestras.
La prueba puede ser incómoda, con hormigueo o tos. Esta prueba no es instantánea, se analiza en el laboratorio y los resultados pueden ser:
Positivo: significa que el virus está presente en la muestra y la persona está infectada.
Negativo: significa que el virus no está presente y la persona no está infectada, aunque pudo haberlo estado antes. Por lo tanto, puede ser necesaria una segunda prueba.
ELISA o prueba serológica por análisis de sangre
Las pruebas de anticuerpos covid 19 son cualitativas e indirectas y se pueden utilizar para detectar los anticuerpos producidos tras la exposición al virus. Tampoco es inmediato, ya que se analiza en laboratorio.

Si el resultado es positivo, indica la presencia de inmunoglobulinas, es decir, la persona ha estado expuesta al virus, pero puede ser una infección activa o previa. Para saber si la infección está activa o ya ha pasado, examinaremos los tipos de inmunoglobulinas: IgM o IgG.
- IgM negativo: actualmente no hay contacto con el virus (puede ser posible un contacto previo);
- IgM positivo: infección en fase aguda;
- IgG negativa: no hubo contacto con el virus o el contacto es nuevo y aún no hay reacción secundaria;
- IgG positivo: infección en el pasado (no aguda); La persona estaría vacunada.
Pruebas rápidas
Se puede analizar una muestra de saliva, un hisopo nasal o una punción capilar. Facilitan el resultado en 10-15 minutos y no requieren laboratorio. Se utilizan para examinar pacientes sintomáticos y personal médico.
¿Qué pruebas se pueden realizar según la etapa de la infección?
Hay dos tipos de pruebas: pruebas directas, que detectan el genoma o material genético del virus y/o sus proteínas, y pruebas indirectas, que detectan anticuerpos (para ver si nuestros cuerpos están infectados con el virus).
Etapa inicial: el proceso de infección comienza cuando el virus ingresa a nuestro cuerpo y se replica con la ayuda de nuestras células. En esta fase inicial, el virus puede detectarse mediante muestras biológicas como el hisopo nasofaríngeo y el aspirado de secreciones.
Fase de desarrollo: unos días después, nuestro organismo reacciona a la invasión del virus produciendo anticuerpos (inmunoglobulinas). Existen varios tipos de anticuerpos que podemos utilizar para identificar el estado evolutivo de la infección:
Las primeras en aparecer son las inmunoglobulinas IgM, cuya presencia indica que la infección está en fase aguda y el virus está en nuestro organismo. Posteriormente, aparece la respuesta inmune secundaria con la producción de anticuerpos IgG.
Hay un tiempo de superposición entre IgM e IgG e inmediatamente después la IgM disminuye y la IgG aumenta, dejando finalmente solo IgG. Esto significa que la infección ha sido vencida y somos inmunes.
Si tenemos anticuerpos IgG, esto es un indicador de que nuestro cuerpo ha contactado con el virus, es decir, hemos sido infectados.