Desde que nacen hasta que son adultos, nuestros hijos van creciendo y desarrollándose. Y en cada etapa su cuerpo demanda unas necesidades concretas, también a nivel de descanso. Por ello debemos ir cambiándoles el colchón y almohada cada cierto tiempo. Te ofrecemos algunos consejos de cómo elegir los colchones para nuestros hijos según la edad.
Igual que en cada etapa de su crecimiento, nuestros hijos van a querer y necesitar también una habitación juvenil diferente (no es lo mismo una decoración para un recién nacido, que para un adolescente, por ejemplo), también van a necesitar un sommier diferente. Pero, ¿cómo saber cuándo debemos cambiarlo? ¿cómo elegir los colchones para nuestros hijos según la edad? ¿ha llegado el momento de cambiar el colchón de su cama?
Los recién nacidos son los más frágiles de la casa y los que más horas pasan durmiendo. Incluso pueden llegar a pasar hasta dos terceras partes de su breve existencia avocados a los deseos de Morfeo. Para ellos, tanto su cuna, su cama o si te has decidido comprar una cuna convertible que utilizar durante más tiempo apostando también por el diseño y la calidad, deben ser un lugar de paz, tranquilidad y perfecto descanso. Lo más recomendable en este sentido es optar colchones realizados en espuma visco elástica, ya que permite al cuerpo distribuir y equilibrar la presión uniformemente asegurando así un sueño perfecto.
Conforme van creciendo van necesitando menos horas de sueño pero de todos modos el sueño infantil nunca debe bajar de las 8 o 9 horas. Si tu hijo ya ha crecido y se encuentra entre los 3 y los 8 años, que tenga un sueño perfecto es importante sobre todo para su sistema inmunológico. Empezará a jugar más, a tener más “presión” en el colegio, sus primeros conflictos con compañeros de clase… y también empezará a hacer deporte, aunque sea en el colegio.
Debemos ofrecerle un descanso perfecto y lo mejor es elegir un colchón que le libere en cuanto a la facilidad para moverse por las noches y puede cambiar de postura si lo desea. Eso sí, es preferible elegir telas térmicas para conseguir un clima cálido y gracias a la cual no pase ni frío ni calor. Es recomendable que al comprar un colchón te fije que para su fabricación se haya seguido un tratamiento anti ácaros para evitar alergias.
La firmeza es otro tema importante y aquí entra en juego el peso de tu hijo. Si pesara hasta 10 kilos, un grado de firmeza 1 sería ideal. Si sube hasta los 20 kilos, lo ideal sería un grado de firmeza 2 y si se acerca a los 30, un grado 3. Tanto si es bebé como para cualquier edad, te recomendamos comprar siempre un protector de colchón para que éste tenga más durabilidad evitando manchas de sudor, orina y similares.
Un cambio de colchón debe realizarse entre los 9 y los 12 años, no hay duda. ¿Por qué? porque es durante esa época entre el paso de la niñez a la adolescencia cuando nuestros hijos llevan a cabo el popular “estirón”, sobre todo en chicos. Y necesitarán para un mejor crecimiento, colchones algo más duros pero sobre todo más grandes. Aprovecha para comprarle un colchón de adulto. Tu pequeño se ha convertido ya en un hombrecito, hay que asumirlo.