Merced a sus peculiaridades geográficas y climáticas entre workplaces, Bogotá es una urbe con gran potencial para el desarrollo y el goce de turismo de naturaleza. La capital colombiana está bordeada por los preciosos cerros orientales que se hilan con un sinnúmero de parques y caminos los que dejan a coger a sus visitantes.
En sus maravillas naturales se halla El Páramo de Sumapaz, el más grande de su tipo en el planeta. Recorrer cada uno de ellos de estos lugares es indudablemente una experiencia que poquísimos tienen la ocasión de gozar y admirar. Es por este motivo que múltiples actividades han despertado el interés de participación ciudadana en busca de hilar una urbe con grandes riquezas ambientales, de las que hacen parte: parques, ríos, humedales y jardines.
En ciertas de estas actividades se hallan el ciclo-camino, travesías ecológicas, y travesías guiadas para descubrir la historia que oculta cada una de las edificaciones en el centro histórico de la urbe. Sin ningún género de dudas cada actividad en singular resulta alucinante, con la característica en común que se transforma en el modo perfecto de captar bajo el lente a su población y su riqueza ambiental como lo es la fotografía.
En ese sentido, hoy día hay concursos abiertos como el «Bogotá Vive Natural» sobre fotografía de fauna silvestre, dirigido a toda la ciudadanía apasionada a captar la riqueza y la relevancia de la naturaleza en la urbe, un modo de meditar un tanto sobre la responsabilidad social que tenemos frente al cuidado del medioambiente.
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La idea es exaltar a especies como los pumas, halcones, camaleones y langostas que hace una parte de la fauna del paisaje bogotano y que muchos de sus habitantes ignoran. Esto brota con el propósito de despertar el sentido de apropiación por dichas especies que el día de hoy se hallan en riesgo. Con el concurso, pequeños, jóvenes y adultos van a poder volver a descubrir y querer el ambiente de su urbe a través del lente.
Aparte de la premiación que se aúna en sesenta y seis millones de pesos colombianos (USD veintidos), se busca efectuar un proyecto editorial del que van a ser participantes dichas fotografías, y que servirá como base para la conservación de muchas especies que el día de hoy se ignoran en la diversidad de ecosistemas de la urbe, que empiezan desde sus pequeños distritos.
Otro concurso de afines peculiaridades es el Revela Colombia dos mil dieciocho, certamen que en su XI edición busca destacar el paisaje colombiano por medio de la fotografía turística, una apuesta al redescubrimiento tanto de turistas colombianos como extranjeros a fin de que recorran el territorio nacional por carreteras y caminos en busca de nuevos destinos.
El propósito de los concursos es indudablemente una ayuda a la carencia de conciencia ambiental por la que pasa el país, en tanto que se cree que no es un inconveniente con su población, sino más bien con su desarrollo en una cultura. La evolución del hombre determinada de forma directa por su adaptación al medio.