Cada día son más los deportistas y las personas que trabajan su físico que se interesan por la alimentación. Pero también es verdad que la desinformación es grande, que los conceptos no están muy claros y que todo el mundo se atreve a dar consejos sobre esta o aquella «dieta», este o aquel producto o suplemento milagroso.
De hecho, la alimentación del deportista no varía demasiado de una alimentación equilibrada. El deportista tiene algo aumentadas las necesidades energéticas, es lógico, su gasto es mayor y se debe equilibrar con una mayor ingesta, tanto de vitaminas como de minerales, dado el desgaste que el propio esfuerzo deportivo implica. Ello no es, en la mayoría de los casos, motivo para programar la alimentación del deportista de una manera muy diferente a la de la población en general. Cada caso y cada disciplina deportiva, en concreto, perfilará a partir de una alimentación equilibrada, los posibles suplementos dietarios, como un quemador de grasa, o requisitos más adecuados para cada deportista.
Consideraremos deportista a la persona que practica una disciplina deportiva con entrenamiento diario de, al menos, una hora. A partir de este patrón, las personas que realicen ejercicio físico habitualmente, adecuarán su alimentación al clásico concepto de alimentación equilibrada, prestando especial atención a la hidratación.
Dar a la alimentación la importancia que merece
Hay que tener muy claro que el deportista depende, mayoritariamente, de su físico. Ya puede tener la técnica más sofisticada, los materiales más ligeros o el utillaje más moderno, que todo ello valdrá de poco si el cuerpo no está en plena forma. Pocas cosas, por no decir ninguna, influyen más sobre el rendimiento deportivo que la nutricion deportiva. La importancia del entrenamiento es mucha, pero éste tampoco será efectivo si no va acompañado de una alimentación adecuada.